El próximo domingo se llevará a cabo el ritual anual del cambio de hora, un evento que nos acerca aún más al buen tiempo. Aunque pueda parecer un simple ajuste en nuestros relojes, el cambio de hora va más allá de simplemente adelantar una hora. ¿Cómo afecta a tu hogar, a tu sueño y a tu salud? ¿Cuál es su repercusión en el consumo energético? Estas son algunas de las preguntas que respondemos en este artículo.
El cambio de hora está a punto de suceder. El sábado 30 de marzo, a las dos de la madrugada, tendremos que adelantar nuestros relojes una hora, pasando de las dos a las tres. Esta práctica se instauró en España en los años 70 como una medida de ahorro de energía. Sin embargo, en los últimos tiempos, su necesidad ha sido cuestionada, y algunos gobiernos consideran eliminarla para evitar las posibles molestias que causa en la población.
Lo que es innegable es que este fin de semana marcará el inicio de días más largos y noches más cortas. No obstante, este cambio en el reloj, en apariencia simple, puede influir en nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro hogar de diversas maneras.